Una de las cosas que pactamos con la Pao a la hora de casarnos el pasado 22 de febrero en Santiago de Chile fue poder recelebrar el evento en casa (la meva estimada Catalunya i rodejat dels meus amics) y para ello mis padres organizaron dos mini eventos, el primero de los cuales, tuvo lugar ayer.
En el exquisito Restaurant Torre Simon de Tona nos juntamos con el grupo de amigos de mis padres, la mayoría de ellos me vieron crecer, y que considero como mi segunda familia. A excepción de Fredi, pues estaba en Argentina con la Selecció Catalana d'hoquei disputando un campeonato, no faltó nadie. En total éramos 23 personas alrededor de una gran mesa para compartir una rica comida elaborada para la ocasión.
La guinda de la torta fue el fin de fiesta que nos prepararon al contratar un grupo de mariachis para animar la velada durante un poco mas de una hora. Dicho por los mismos organizadores intentaron buscar algo más chileno, pero no encontraron nada y a fin de cuentas pensaron que los mexicanos también son sudamericanos, no?!?!Cantamos, chupamos y hasta bailamos; y debo agradecer a uno por uno la buena acogida que le dieron a Pao y los regalos que nos hicieron a ambos: muy bonitos!!
Tal como dije ayer en la cena: envidio la armonía y la buena sintonía que se respira entre ese grupo de personas que semana tras semana, evento tras evento se juntan para compartir risas y tristezas unidos por un fuerte lazo de amistad.
Gracies Àngel i Montse, Sito i Toni, Jepe i Nuri, Furti i Lourdes, Enric i Marta, Paco i Montse, Florenci i Antònia, Tomàs i Rosa Mari, Jordi i Montse, Pare i Mare i Montse i Fredi (tot i a la distància, gracies per la trucada).
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