domingo, 29 de junio de 2008

Vic, Ciutat dels Sants I

Hoy ha sido el primer día de descanso verdadero después de pasarnos todo un día viajando para llegar a Vic, Ciutat dels sants.

Por la mañana, mientras la Pao dormía plácidamente en la cama, yo me despedí de mis padres, pues a las 12 del mediodía partían rumbo al aeropuerto para tomar un avión e irse a Ibiza, donde nos encontraremos este próximo miércoles.

Después de desayunar y arreglarnos, salimos a dar una vuelta por la ciudad. Acostumbrados al bullicio de Santiago, Vic parecía un pueblo fantasma: no andaba nadie por la calle a las 15.30 de la tarde. No es de extrañar, pues la temperatura rozaba los 32° en la sobra.

Por la tarde nos juntamos con uno de mis grandes amigos en Taradell para conocer en persona a su primera hija. La conocía a través de internet gracias a la tecnología de las webcam, pero os aseguro que si en aquel entonces quedé enamorado de la pendeja, no se puede ni comparar con lo que siento ahora: Júlia es exquisita, hermosa, simpática, divertida y muy buena cría.

Me hace feliz ver a mi queridísimo amigo Toni Reig estable con Marga, su pareja, y jugando un excelente rol como padre. Nos fuimos felices con la Pao al ver que la vida les sonríe: los dos deseamos que dure mucho esta felicidad.

Por la noche quedamos en casa de Jaume, Lídia y Ferran (Terremoto Ferran) para ver la final de la Eurocopa, en la que España salió campeona después de 44 años.

De regreso a la casa de mis padres salía la terraza, de noche, cuando la ciudad duerme y vuelvo a disfrutar del silencio, de esa tranquilidad que se respira en Vic.

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