Aprovechando que Pao aun no entraba con la rutina de los turnos, decidimos hacer una pequeña escapada de fin de semana largo (de sábado a martes). El lugar elegido fue La Serena, capital y comuna de la IV Región de Coquimbo. La segunda ciudad fundada por los españoles hace 500 años.
Fueron cuatro días donde predominaron las contraposiciones:
- Nos levantábamos cada mañana con el cielo cubierto, donde el color gris predominaba y el frío hacía acto de presencia hasta primera hora de la tarde, hasta que las nubes se dispersaban dando lugar a un cielo azul y un día muy caluroso.
- Tuvimos momentos donde nuestra salud hizo tambalear el agradable fin de semana y el resto de los días sin problema alguno.
- Paseamos al lado del mar y conocimos el famoso Valle del Elqui donde la vegetación se abre paso por las aristas montañas rocosas.
Entre tantas sensaciones contrapuestas disfrutamos de la playa, ricas comidas, un corto paseo en catamarán para ver focas marinas, viajamos con nuestra mente a la ancestral cultura Japonesa mientras paseábamos por un hermoso Jardín, comimos en un restaurant donde la comida se prepara en Hornos solares, conocimos una de las bodegas de Pisco más antiguas de Chile y pasamos un agradable rato en familia.
Siempre me voy con la sensación de haber dejado sitios por conocer y lugares por ver, pero solo nos separan 600 kilómetros desde Santiago.
Quisiera terminar la entrada con uno de los grabados que aparecen en la tumba de Gabriela Mistral:
"Lo que el alma hace por su cuerpo, es lo que el hombre hace por su pueblo"
1 comentario:
Y que nos detiene? Para cuando el paseo con los chicos?
600 kilometros, igual la hacemos
Yo les hago de guia con la Pao...jaja
Un beso
;)
Sebas
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