Mudarse de casa

Dicen por allí que la mudanza es uno de los eventos más estresantes en la vida de una persona, en un nivel tan alto como la muerte de un ser querido o el divorcio.

Por suerte no puedo dar una opinión subjetiva respecto de esta afirmación, pues ni me he separado, ni ningún familiar directo querido a muerto; pero lo que si puedo asegurar es que mudarse es realmente traumático!!

El viernes 15 de Junio del 2007, aproximadamente a las 09.30 am, irrumpieron en casa todo una legión de trabajadores cargados con cajas de cartón, papel para envolver, mantas y ese fabuloso invento que es el papel de burbujas o conocido técnicamente como Laminado de plástico con aire encapsulado -material de embalaje formado por burbujas de aire incrustadas entre dos poli-láminas selladas entre sí. Este proceso permite al aire encapsulado proporcionar un cojín para proteger de golpes a los artículos.

A eso de las 15 horas del mismo día el aspecto de todo el departamento era como refleja la foto adjunta:

La noche del viernes al sábado, la única cosa que estaba entera en la casa era nuestra cama, pues tuvieron la gentileza de no desarmarla hasta el día del traslado. Y ese día llegó; y aunque debo reconocer que en ningún momento quedó la "cagada" (expresión muy chilena), muchas gracias amor por toda tu dedicación y paciencia, la jornada fue extenuante.

Los únicos adjetivos que me vienen a la mente al recordar el día del traslado son: tensión, ansiedad, angustia, fatiga y agotamiento. Todos ellos unidos a unas agujetas y punzadas que recubrían nuestro maltrecho cuerpo.

Pero como no hay mal que por bien no venga, puedo felizmente afirmar, que a falta de pequeños detalles sin importancia, hoy lunes 18 de junio del 2007 ya estamos instalados en nuestro nuevo hogar; y que hogar!!