Poder relajarte durante un par de días y desconectar del frenético ritmo con el que cada día nos enfrentamos en la pega, es un agrado. Y si además lo haces rodeado de amigos, en una tranquila cabaña donde ni siquiera hay cobertura celular, es lo máximo.
Pues bien, el pasado fin de semana largo, nos arrancamos de la ruidosa urbe de Santiago para irnos a San Francisco de los Andes. Un bello y tranquilo recinto a una hora y media en auto, que compartimos por primera vez cuando despedimos a Eli y Jonás.

De los tres días tuvimos un día y medio pasado por agua; y es que se abrió el cielo y no paró de llover. Y otro día y medio con un hermoso clima que nos permitió disfrutar de un rico asado bajo el sol de la montaña.
Espero que el próximo año, cuando vuelvan a visitarnos mis padres podamos escaparnos unos días y disfrutar con ellos de este lindo lugar.

2 comentarios:
olvidaste mencionar que ese dia estabamos celebrando tu santo, el cual todos olvidamos de un dia a otro, pero volvimos a recordar cuando llamaron tus padres para saludar.
y es que estuvo muy rico todo.
saludos
Seba
Hola!
Me parecen muy lindas las fotos y el lugar, ¿Me puedes dar el dato de las cabañas que arrendaste?
muchas gracias!
Luna Elizalde
lunitae@hotmail.com
Publicar un comentario