Y llegó el gran día y aceptamos los dos.

En una ceremonia corta (no más de 10 minutos) y rodeados de mis padres, la madre, hermana, René y los abuelos de la Pao, junto a César y Bea, Iván y Sebas nos dimos el Si acepto. Intercambiamos anillos, repartimos besos y abrazos a todo el mundo y terminamos lo que para muchos es un gran paso en sus vidas.
La verdad es que hoy nos levantamos de la misma forma que lo veníamos haciendo los últimos 18 meses de convivencia conjunta: nada distinto.
Quisiera mandar un mensaje muy especial a todas aquellas personas que, de alguna forma u otra, ayer les hubiese gustado estar durante los escasos 10 minutos que duró la ceremonia y por muchos motivos no pudieron:
Us he dit avui que us estimo?!
Us estimo.